Dejo un relato real de una mama biológica china que tiene que abandonar a su hija. Es super emotivo y a las que intentamos ponernos en su piel y comprenderlas, desde luego nos ayuda mucho. La primera vez lo leí en el libro "Venida de la lluvia", un libro que lei hace ya tiempo y que me encantó.
El relato empieza cuando una chica caminado por la calle, se encuentra a un bebe en la calle, solo. Mira alrededor, pero no ve a nadie. Lo habían abandonado. Entonces decide llevarlo al hospital. Después va a su trabajo. Trabaja en una radio. Aprovecha su trabajo para contar que se había encontrado a un bebe, por si acaso alguien quería reclamarlo. Después de hacer ese comunicado por la radio, recibe una llamada:
“Xinran, soy la madre de la niña. Nació sólo algunos días antes de la que la salvaras. Muchísimas gracias por llevar a mi hija al hospital. Te miraba desde la multitud con el corazón roto. Te seguí y me senté todo el día delante de tu emisora de radio. Muchas, muchas veces casi te grité “¡Esa es mi hija!”. Sé que mucha gente me odia; yo todavía me odio más a mi misma. Pero tú no sabes lo dura que es la vida de una chica de campo como hija primogénita de una familia pobre. Cuando ví sus cuerpecitos maltratados por el trabajo duro y por hombres crueles me prometí a mí misma que no permitiría que mi hija se abocara a una vida así, sin esperanza. Su padre es un buen hombre, pero no podemos ir en contra de nuestra familia y el pueblo. Debemos tener un hijo para el árbol familiar. ¡Oh!, se me acaban las monedas, sólo me quedan dos minutos. Es tan caro. No podemos leer ni escribir. Pero, si puedes, dile por favor a mi hija en el futuro que se acuerde de esto, no importa cuántas vueltas dé la vida, mi amor vivirá en su sangre y mi voz en su corazón (se oía como lloraba llegado a este punto). Por favor, pide a su nueva familia que la quiera como si fuera su propia hija. Rezaré por ellos cada día y…(aquí se cortó la comunicación y jamás volvió a llamar).”
Fuente: Artículo publicado en “The Guardian”, el 19 de septiembre de 2003, publicado por la periodista china Xinran.
“Xinran, soy la madre de la niña. Nació sólo algunos días antes de la que la salvaras. Muchísimas gracias por llevar a mi hija al hospital. Te miraba desde la multitud con el corazón roto. Te seguí y me senté todo el día delante de tu emisora de radio. Muchas, muchas veces casi te grité “¡Esa es mi hija!”. Sé que mucha gente me odia; yo todavía me odio más a mi misma. Pero tú no sabes lo dura que es la vida de una chica de campo como hija primogénita de una familia pobre. Cuando ví sus cuerpecitos maltratados por el trabajo duro y por hombres crueles me prometí a mí misma que no permitiría que mi hija se abocara a una vida así, sin esperanza. Su padre es un buen hombre, pero no podemos ir en contra de nuestra familia y el pueblo. Debemos tener un hijo para el árbol familiar. ¡Oh!, se me acaban las monedas, sólo me quedan dos minutos. Es tan caro. No podemos leer ni escribir. Pero, si puedes, dile por favor a mi hija en el futuro que se acuerde de esto, no importa cuántas vueltas dé la vida, mi amor vivirá en su sangre y mi voz en su corazón (se oía como lloraba llegado a este punto). Por favor, pide a su nueva familia que la quiera como si fuera su propia hija. Rezaré por ellos cada día y…(aquí se cortó la comunicación y jamás volvió a llamar).”
Fuente: Artículo publicado en “The Guardian”, el 19 de septiembre de 2003, publicado por la periodista china Xinran.
También dejo un enlace de un blog en el vienen bastantes libros interesantes.
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